Desde que Julio Cortázar escribió el cuento Casa tomada, para los argentinos, las casas nunca más volvieron a ser solo casas en la literatura nacional. Así como aquel cuento determinó para buena parte de Latinoamérica una resignificación metafórica de la vivienda como representación de un país, en el caso rumano sucede algo similar ya que, cuando se conoce la traumática historia de los últimos cuarenta años de historia que atravesó Rumania y que terminó con el fusilamiento en vivo y en directo de Nicolae y Elena Ceaucescu, una casa puesta en pantalla adquiere una dimensión simbólica que trasciende cualquier interpretación banal que se pueda hacer de ella.
Con aquel tópico de la casa como metáfora de país (o de nación también) Bogdan Muresanu decidió filmar el proceso por el cual, en el año 2013, se ordenó la demolición de una casa ubicada en la Calle Negruzzi número 14 en la ciudad de Bucarest y registrar cómo, con aquella destrucción, se desvanecería una parte importante del pasado reciente (ya que la casa atesoraba no solo objetos de la primera guerra mundial sino que conservaba, además un típico living comunista de los años socialistas) y de la memoria del pueblo rumano que, aún hoy, continúa en pleno proceso de asimilación del trauma que les dejó el comunismo.
Así es como la lente de Muresanu se traslada a la casa para presentarle al espectador un grupo de artistas plásticos que intervendrán el espacio para homenajearlo y también el proceso de diseño y armado de las diferentes propuestas que se llevaron a cabo la última noche antes de la demolición y que, más alá de tratarse de un acto performático y cargado de significaciones simbólicas, no dejan de asemejarlo al velatorio de un ser humano ya que el animismo con el que cargan los visitantes a la casa invita a trazar dicha analogía.
Por ello es que el film del novel y multipremiado director rumano aparece en el BAFICI 2026 como una propuesta más que interesante ya que no sólo invita a pensar acerca de cómo cada pueblo cataliza sus desgracias, sus filias y sus fobias (y de cómo aquellas determinan no sólo sus mentalidades) sino, además, de cómo la memoria se va perfeccionando en ellos a medida que pasa el tiempo y se alejan del hecho traumático que les signó, de manera indefectible, su presente.
Calificación: *** (Buena)
NEGRUZZI 14 (Rumania/2016) Dirección y Guión: Bogdan Mureșanu, Elenco: Marina Albu, Vlad Basalici, Cătălin Burcea, Călin Dan, Teodor Graur, Música: Stella Maris, Mihai Tanase Dirección de fotografía: Adrian Chivu, Sorin Stuparu, Montaje, Edición: George Budescu, Nikolai Georgiev, Andrei Bălășoiu, Sonido: Miche Marcu, Producción Bogdan Mureșanu, Roxana Ardelean, Victor Dumitrovici (Duración: 21´- Color)