Desde el siglo XIX la visión de los franceses hacia las poblaciones negras que supieron conquistar e implantar en el país (para su propio beneficio) fue poco más que antropológica. A partir de entonces Francia se alzó como el país de la razón, de la ilustración pero poco - o casi nada- de la comprensión y mucho menos de la igualdad tan enarbolada. Así es como, basado en ese paradigma, el siglo veinte ha sido la consecuencia más acabada de las diferencias producidas en una de las sociedades que se sigue exhibiendo al mundo como el centro de la razón y la luz del conocimiento, ocultando tras el hipocrita telón del silencio, la zona oscura o más despreciable y que los lleva a estar en la cresta de la ola cuando de racismo y xenofobia se trata.
Acerca de esa cuestión es que trata Aïssa, el cortometraje de Clémente Trehinne-Lallan y que cuenta la historia de una joven congolesa que es llevada a una comisaría de París para averiguación de antecedentes ya que fue sorprendida sin sus papeles en regla. Al llegar al lugar la joven es interrogada acerca de sus datos personales y acusa tener diecisiete años, aunque la policía no cree que así sea y deciden someterla a una inspección médica para que determine su verdadera edad.
Y a partir de allí comienza la interesante mirada y el espacio icónico en el cual el director despliega su crítica hacia el despectivo modo de relacionarse del francés medio con los inmigrantes que habitan la ciudad luz.La joven es revisada en cada parte de su cuerpo como si se tratara de un animal a la vez que un registro sonoro guarda los datos que el médico va explicando a medida que realiza la observación. Al final se obtiene un resultado que será usado como argumento para definir el destino de la joven y las posibilidades de desarrollo en una París que parece no tener espacio ni ganas para recibirla entre su población.
Aisa es un cortometraje de pocas palabras pero cargado de hondo sentido dramático y con una dura e interesante crítica hacia el sistema de acogimiento de inmigrantes y la cuestión del racismo subyacente como esa calma aparente antes de la tempestad que e desata ante cualquier hecho o circunstancia que la ponga en movimiento. Sin dudas esta pieza significa una luz de esperanza y llama a la reconciliación en un momento en el que los franceses aparecen a la vista mundial como los grandes detractores de aquellos mismos principios con los cuales alguna vez ocuparon el trono de los más ilustrados del mundo occidental.
Aïssa (Francia-2014), Dirección: Clémente Trehinne-Lallan, Elenco: Manda Touré, Bernard Campan, Simon Giesbert. (Duración: 8´y 15 ´´-Color)