En una alejada aldea de la campiña francesa, una noche, un joven cae muerto en plena calle bajo una copiosa lluvia de verano. Nadie lo socorre ni mucho menos se advierte la presencia de alguien que lo pueda asistir o atestiguar posteriormente por el hecho. A partir de esa primera escena el director del film da inicio a un largo flashback en el que intenta poner luz en la historia y brindar a modo de detective las evidencias que pudieron posibilitar la muerte del joven.
El desafortunado personaje que pierde la vida inmediatamente después de los títulos de presentación era Joseph un joven con una aparente alteración mental y una particular familia que desde hacía tiempo se habían transformado en un verdadero problema ya que el atribulado muchacho cometía incesantemente actos de vandalismo o contrarios a la ley, poniendo en riesgo muchas veces la seguridad de los ciudadanos e incluso de algunos lugares estratégicos del pueblo como, por ejemplo, la bomba de agua recientemente instalada, elemento indispensable en un pueblo con problemas pluviales y donde la sequía parecía haber calado hondo, volviendo irascibles e intolerantes a los miembros más importantes de la comunidad, entre los que se encontraba el mismo alcalde de la villa.
De ese modo a medida que se va desarrollando el relato comienzan a aparecer en pantalla una serie de indicios surgidos de la relación conflictiva entre Joseph y los diferentes protagonistas que, ante los ojos del espectador, aparecen como los sospechosos de las novelas de Agatha Christie y que con sólo un abrir y cerrar de ojos pueden convertirse en asesinos, estafadores, ladrones o bien encubridores de los más terribles crímenes.
En una alejada aldea de la campiña francesa, una noche, un joven cae muerto en plena calle bajo una copiosa lluvia de verano. Nadie lo socorre ni mucho menos se advierte la presencia de alguien que lo pueda asistir o atestiguar posteriormente por el hecho. A partir de esa primera escena el director del film da inicio a un largo flashback en el que intenta poner luz en la historia y brindar a modo de detective las evidencias que pudieron posibilitar la muerte del joven.
El desafortunado personaje que pierde la vida inmediatamente después de los títulos de presentación era Joseph un joven con una aparente alteración mental y una particular familia que desde hacía tiempo se habían transformado en un verdadero problema ya que el atribulado muchacho cometía incesantemente actos de vandalismo o contrarios a la ley, poniendo en riesgo muchas veces la seguridad de los ciudadanos e incluso de algunos lugares estratégicos del pueblo como, por ejemplo, la bomba de agua recientemente instalada, elemento indispensable en un pueblo con problemas pluviales y donde la sequía parecía haber calado hondo, volviendo irascibles e intolerantes a los miembros más importantes de la comunidad, entre los que se encontraba el mismo alcalde de la villa.
De ese modo a medida que se va desarrollando el relato comienzan a aparecer en pantalla una serie de indicios surgidos de la relación conflictiva entre Joseph y los diferentes protagonistas que, ante los ojos del espectador, aparecen como los sospechosos de las novelas de Agatha Christie y que con sólo un abrir y cerrar de ojos pueden convertirse en asesinos, estafadores, ladrones o bien encubridores de los más terribles crímenes.
Más allá de la trama policial que plantea Coup de chaud lo más interesante que deja al descubierto frente a la pantalla es la incipiente intolerancia humana, representada bajo sus diferentes formas en cada uno de los personajes que conforman la historia y que, ya sea de manera positiva o negativa, desarrollan un vínculo con el problemático joven y adoptan razones para amarlo, odiarlo y en algunos casos, hasta incluso matarlo.
Pero el film no sólo habla de la intolerancia relacionada con la dificultad de aceptar a un otro diferente (que en el caso de Joseph queda claramente expuesto que padece un retraso madurativo a consecuencia de una mala praxis en el momento del parto) sino que, además, la situación se complejiza dado que, si bien no se dice de manera explícita, el joven y su familia demuestran por sus vestimentas, costumbres y usos ser portadores de raíces gitanas, razón que los vuelve un blanco fácil para recibir las miradas de todo el pueblo, burlas y reclamos varios por la inapropiada conducta de Joseph.
Con este film, Raphael Jacoulot deja al descubierto la doble moral de su pueblo y la insensibilidad que presentan a la hora de establecer relaciones que fomenten la integración y la equidad dentro de un contexto social compartido, estigmatizando al diferente y sumiéndolo en un lugar de despojo humano para el cual parece que las únicas formas posibles de redención son la criminalización o la muerte.
Coup de chaud es un film muy bien logrado, con interesantes actuaciones, un buen manejo del suspenso y una buena cantidad de temas vertidos en el guión que invitan a reflexionar y ver cuánto de responsabilidad tienen las sociedades discriminatorias respecto de la ejecución de hechos violentos o que degradan al otro y lo menoscaban en su esencia, únicamente por ser diferentes y no encajar dentro de los parámetros de lo que muchas de esas sociedades adoptan como modelos de normalidad.
COUP DE CHAUD (FRANCIA-BELGICA, 2015), Dirección: Raphael Jacoulot, Elenco: Jean-Pierre Darroussin, Grégory Gadebois, Karim Leklou, Carole Franck, (Duración: 1h. 42´-Color). Este film forma parte del French Film Festival 2016 en la Categoría Crime Scene (largometraje).