En un hospital de alguna ciudad sueca, la actriz Elizabeth Vogler yace en su cama producto de una crisis inexplicable que, mientras representaba Electra en el teatro, la dejó muda y como abstraída de la realidad. Una joven enfermera del nosocomio –casualmente admiradora suya- es la persona elegida para cuidarla e intentar sacarle alguna palabra que rompa con el ostracismo comunicacional en el que parece sumida la actriz.
A medida que comienzan a relacionarse, la enfermera inevitablemente se hace la constante pregunta de ¿Qué le pudo suceder a esa mujer para haber caído en semejante bloqueo psicológico? ¿Habrá sido alguna situación traumática no resuelta? ¿Hechos del pasado que vuelven al presente y la atormentan? ¿O será un miedo existencial al futuro?, pero lo cierto es que, lejos de encontrar aunque sea algún indicio que devele el misterio, la duda y las pocas certezas aumentan a medida que pasan los días y la relación comienza a perfeccionarse.
Al ver que la paciente no evoluciona en el hospital, la médica que la asiste le recomienda que vayan juntas a su casa en el mar ya que el ambiente alejado de la gran ciudad puede ser beneficioso para la recuperación de Elizabeth. Así es como se instalan en una soñada casa de verano frente a los acantilados del mar y la relación adquiere un tono mucho más intimista y comprometido que el que habían tenido en el hospital.La enfermera al encontrarse con una persona que no le responde (salvo con miradas, alguna sonrisa y algún que otro gesto) comienza a contarle los hechos más importantes de su vida, hasta el punto tal de develarle los más íntimos secretos e incluso aquellos que forman parte de sus fantasías más privadas.
Y en ese momento es que se produce el punto más alto de la simbiosis entre las dos mujeres ya que, al parecer, la actriz tiene muchos puntos en común con la enfermera y es entre algunos de ellos que se encuentra la aparente causa de su mal.
Fiel a las temáticas elegidas por el director, Persona es un ejemplo más de la concepción compleja que tiene de hacer cine. Los personajes están dotados de una altísima carga emocional que se traduce en un aspecto positivo como negativo (claro está que tienen un problema tanto la mujer que dejó de hablar como aquella que habla demasiado y, sin reservas, todo lo expone) y hacen un uso del tiempo en escena que más se parece a una puesta teatral que a una pieza cinematográfica.
Desde el guión Persona podría ser considerada una rareza. Con una sola actriz que lleva la voz cantante todo el tiempo (por lo cual vale la pena preguntarse ¿es eso un monólogo?) y una serie de imágenes que funcionan como recurso metafórico, el espectador debe hacer un gran esfuerzo mental (además de tener que contar con algunos conocimientos previos ya que, de lo contrario, la decodificación se dificulta) para llegar al final de la historia sin levantarse de la silla ya que por momentos el film se torna denso, aburrido y con una dinámica más cercana al cine ruso que al europeo.
En nuestro país, cuando se estrenó, las reservas la cortaron sustancialmente (la censura de la época no permitió que se exhibiera completa la escena en la cual la enfermera cuenta con lujo de detalles las experiencias de sexo grupal o las prácticas que llevaba a cabo con los diferentes hombres que pasaron por su vida), lo cual fue una pena, ya que los fotogramas quitados son los de mayor acción y profundidad del film y, el no haberlos visto, hace tener una visión distorsionada al momento de la resolución de la historia.
Persona es un film interesante, lleno de simbolismos (por momentos evoca ciertas escenas del período más surrealista de Buñuel) y dotado de una banda sonora exquisita, de esas que valdría la pena conseguir para tener en la colección de discos selectos. Una buena opción para iniciarse en la filmografía del director sueco (dentro de la complejidad de las historias que filma ésta es una de las más sencillas) y para ver un trabajo actoral de gran nivel (nada menos que Liv Ullmann y Bibi Andersson) dignos de una obra de Strindberg.
PERSONA (Suecia, 1966) Dirección: Ingmar Bergman, Elenco; Liv Ullmann, Bibi Andersson, Margareta Krook, Gunnar Bjornstrand. (Color, 80´)