La grande Arche, de Camille Authouart
Al otro lado del tradicional Arco de Triunfo francés se encuentra la amplia Avenida Charles de Gaulle, en homenaje al estadista y militar francés. Al final de esa avenida majestuosa, como tantas otras en París, se encuentra La Défense, la ecléctica zona en la que se aloja la vida financiera y administrativa de la ciudad que provoca que, a diario y desde muy temprano, la zona se pueble de miles de personas que llegan hasta allí para trabajar en la centena de empresas del barrio, realizar trámites bancarios o bien descubrirla como uno de los tantos atractivos turísticos.
Lo cierto es que más allá de cual sea el objetivo de quienes arriban al barrio desde muy temprano, la Défense se transformó, en una zona con una altísima población nómade y además, supo alzarse como el “Museo al aire libre más grande de Europa” ya que allí residen miles de obras de famosos artistas materializadas bajo la forma de esculturas, pinturas, arquitectura, performances, espacios verdes y paisajismo, entre otras.
Y ese aspecto cosmopolita y heterogéneo culturalmente es el que oficiará de tópico para que la cineasta Camile Authouart la haya elegido como escenario para contar su fábula animada. En La Grande Arche la directora le pone voz a un narrador omnisciente que inicia la trama dedicándole unas palabras a una persona que en un pasado no muy remoto habitó allí y que, tras su muerte, la zona cambió a pasos agigantados hasta haber cambiado notablemente su fisonomía.
De ese modo, la protagonista del corto se traslada a la estación principal del metro y allí se posiciona como una observadora privilegiada y, con ello, intentará realizar diferentes bocetos que plasmen el día a día en una de las zonas más agitadas de París. Pero allí mismo, entre transeúntes acelerados, bocinazos, vagones de metro y las icónicas mega esculturas de Miró, descubrirá a un joven que todas las mañanas amanece bajo la enorme araña roja de Alexander Calder y pronto se transformará en una obsesión e intentará saber más acerca de su vida y sobre las causas que lo llevan a dormir en la colosal estatua noche tras noche.
Authouart se entromete entre el ruido de los transeúntes, el tráfico, los trenes, las ambulancias, las grúas y los andamios móviles que suben y bajan para rescatar uno de tantos los héroes anónimos que permanecen invisibilizados en todas las ciudades del mundo y que, muchas veces, se suponen una contracara de la modernidad al ser la parte más visible de la desigualdad, la falta de oportunidades, la exclusión, el confinamiento y el olvido.
Calificación: **
El cortometraje forma parte de la Competencia Oficial de Cortometrajes del My French Film Festival 2024 y puede verse de manera gratuita desde el 19 de enero al 19 de febrero a través de la página oficial y algunas de las plataformas de cine más populares.