Habi la extranjera, de María Florencia Álvarez
Desde hace más de una década, cuando se recorren escuelas de cine es muy común oír que el gran ausente en los planes de estudio es el guión. Todo aquel que entiende y conoce los elementos del lenguaje cinematográfico sabe que el guión es la columna vertebral del film y todo debe planearse dentro de él y fuera de él, nada. Pero, lamentablemente, desde entonces, lejos de haber mejorado en ese aspecto, el bache respecto a la forma en que se piensa y escribe una historia parece agrandarse cada vez más y es en las nuevas generaciones de cineastas donde se ve de manera más explícita.
En Habi la extranjera (película reciente de la directora María Florencia Álvarez) puede verse esa grieta a la hora de contar una historia, que si bien aparece atractiva cuando se lee la sinopsis, se va escurriendo en un devenir de imágenes que no pueden sostener muchos de los planteos, conflictos o indicios que el espectador espera dada la promesa de aquello que se dice que va a suceder.La trama cuenta la historia de Analía, una joven de provincia que llega a la gran ciudad para dejar un pedido de artesanías en una casa de regalos y souvenirs.
En apariencias sólo se va a quedar unos días pero dado el encuentro fortuito con una comunidad musulmana la hace repensar el programa y decide instalarse un tiempo para vivir desde adentro el ser oriental.De esa forma se inmiscuye en el grupo islámico y gracias al personaje que se inventa (Habiba Rafat) logra asistir a un curso de árabe, aprender los secretos del Corán, formar parte de los actos litúrgicos y hasta consigue trabajo en el almacén de un miembro de la comunidad.
Pero el conflicto se desata en el momento en que se cruza con Hazan, un joven empleado de un bar al que ella llega para entregar mercadería y del cual se enamora instantáneamente, aunque deberá tener en cuenta la forma de abordaje de la situación ya que en el Islam el modo de relacionarse no es el mismo que el de los occidentales.
Así es como con el transcurso del tiempo ambos se conocen y ella le revela su identidad (la de Habiba, no la de Analía) pero algo imprevisto (que bien podría tildarse de surrealista y aquí es donde aparecen las fisuras de guión) ambos se verán inmersos en una especie de tragedia griega que en realidad no es tal sino que es solo producto de una mentira (respecto a la identidad de Analía) y una broma macabra del destino, al mejor estilo de lo que sucede en Rosaura a las diez, el clásico de Marco Denevi.
Con esa trama compleja y poco consistente es que se desarrolla el film. Muchas de las situaciones planteadas son forzadas y rozan lo bizarro y en varias ocasiones las subtramas o pequeñas historias que rodean a la historia principal superan en intensidad y estructura a aquella (la de la inmigrante rusa compañera de pensión de Analía que es golpeada por su marido merecería, por sí sola, un largometraje aparte).Aunque claro está, nunca un film es totalmente bueno o totalmente malo.
Si bien la directora perdió la posibilidad de mostrar abiertamente el modo de vida de la comunidad musulmana en la Argentina (temática para nada trabajada en guiones nacionales) hay que reconocerle que, en medio de tanta laguna, no haya optado por la clásica posición maniquea que muestra a los islámicos como los responsables de cuanto atentado terrorista haya en el mundo y a los occidentales como los buenos de la historia, sino que, en este caso, el planteo es inverso: los musulmanes son los que acogen en su seno a Habi y es Habi (en realidad Analía) la que miente y provoca con su mentira dejar herido a Hazan y a muchos de los que creyeron en ella como la huérfana libanesa, tal cual como se presentó antes de ser aceptada en la comunidad.
Si bien la empatía con el colectivo islámico es un punto destacable y hace del film una pieza que promueve el conocimiento de una de las culturas más complejas (debido al hermetismo con que manejan sus dogmas y a lo diferentes que resultan ante los ojos de Occidente) Habi la extranjera no llega a alzarse como una pieza memorable dado que el desarrollo de la trama, los errores de guión y la híbrida actuación de Martina Juncadella no lo permiten.
Calificación: ** (Regular)
HABI LA EXTRANJERA (2013-Coproducción Argentina-Brasil; Lita Stantic Producciones / K&S Films / Videofilmes Produçoes Artisticas) Dirección y Guión: María Florencia Álvarez, Elenco: Martina Juncadella, Martín Slipak, Lucía Alfonsín, Maria Luísa Mendonça, Diego Velázquez, Paloma Alvarez, Fotografía: Julián Apezteguia, Música: Santiago Pedroncini (92´-Color)