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04 Apr
04Apr

En todas las grandes ciudades siempre hay un cementerio que se destaca de los otros, por ser la morada de personajes célebres. En Buenos Aires el que goza de ese privilegio es el Cementerio de la Recoleta, verdadero panteón donde descansan los restos de quienes forjaron la patria y espacio artístico indiscutido ya que las piezas arquitectónicas y escultóricas que se exhiben en tumbas y bóvedas son de una belleza y un valor incalculable. Pero lo cierto es que el cementerio de la Recoleta es mucho más que una colección de piezas artísticas de nivel o un sitio privilegiado en el circuito turístico: es en sí mismo un gran escenario en el cual se perciben los espíritus de aquellos que con sus ideas, actitudes, gestas, cosmovisiones y disputas, moldearon la esencia del “ser nacional argentino” concepto difícil de definir y que desde hace más de medio siglo intenta ser explicado desde las más diversas disciplinas sociales.

En Tierra de los padres, a través de la cámara de Nicolás Prividera, el espectador tiene la posibilidad de ingresar en el corazón mismo de la necrópolis y, a partir de una selección de textos exquisitamente elegidos y leídos por personajes destacados de la cultura, iniciar un viaje hacia la mentalidad de los argentinos. Pero lo que más sorprende de la puesta es que la mayoría de esos textos son leídos en las tumbas o bóvedas donde reposan los restos del autor elegido, dando la idea de interpelación y enfrentamiento con aquello que alguna vez el personaje pensó o sintió y que, lejos de perderse en el viento, pasó a formar parte de las construcciones mentales de una época y que definieron, de manera inevitable, la de todos los que en algún momento habitaron este país.

Para comprender en su totalidad la propuesta de Tierra de los padres debe tenerse en cuenta que el film funciona en dos planos que, lejos de estar escindidos, se nutren mutuamente y dan sentido al relato: uno de ellos es el discursivo (en el cual en voces de los lectores se reproducen piezas literarias, epístolas, discursos, poemas, comunicados) y el otro, el de la imagen, el cual se compone de la estética necrológica que invade el cementerio y que da la idea de pasado glorioso (encarnado en la monumentalidad de muchas de las tumbas y los grupos escultóricos que las conforman) pero también de inevitable decadencia, personificado en los primeros planos que demuestran cierto abandono de algunas tumbas o en el diálogo entre dos cuidadores que en una conversación informal y como si no supiesen que son tomados por una cámara, exponen la decisión de no cuidar más de determinadas sepulturas ya que los familiares de los deudos no quieren pagar lo que corresponde.

Pero es en el plano de la palabra donde el film alcanza su mayor acierto. A través de los textos que son muy bien interpretados por personajes como Alejandro Tantanián, Martín Kohan, Mariana Enriquez, Maricel Álvarez o el mismo Prividera entre otros, quedan al descubierto palabras y expresiones que son la demostración más acabada del odio entronizado entre las diferentes posiciones, facciones o ideologías que se sucedieron en el proceso de construcción de la nación a lo largo de los doscientos años de historia.

De esa forma, a través de las voces de Mariano Moreno, Echeverría, Sarmiento, Rosas, Alberdi, Facundo y Horacio Quiroga, Ascasubi, Juan Lavalle, Martín Rodríguez, Bartolomé Mitre, Lucio V. Mansilla, Estrada, Julio Argentino Roca, Oliverio Girondo, Leopoldo Lugones, Manuel Carlés, Eva Perón, Silvina Ocampo, Joaquín Gianuzzi, Paco Urondo, Pedro Eugenio Aramburu, Rodolfo Walsh, el General Ibérico Saint-Jean, Monseñor Bonomini y Eduardo Emilio Massera se reconstruye el mapa de las ideologías imperantes en los dos siglos que conforman nuestro pasado provenientes de sectores castrenses, intelectuales, políticos y religiosos .

Tierra de los padres es una propuesta muy interesante, tendiente a reconstruír el mapa ideológico de la Argentina a través de los discursos de aquellos que lo llevaron a cabo a lo largo de las diferentes décadas. El aporte que logra es inconmensurable, sobre todo al lograr en el montaje una amalgama que oficia de contrapunto entre muchos de los textos que se interpretan (la tríada de textos de Eva Perón-Silvina Ocampo y la carta de Montoneros anunciando la ejecución de Pedro Eugenio Aramburu es uno de los que mas conmueven).

Sobre el final, el marasmo de voces superpuestas con las imágenes de las bóvedas, tumbas y nichos que pueblan el cementerio alejándose en un plano picado sonorizado por el Va Pensiero de Verdi completan la reivindicación del espacio épico que Prividera se propuso al realizar el film y lo logró de manera sublime. En la Recoleta reposan los restos de los más famosos personajes que forjaron nuestra nación. Si logramos hacer el esfuerzo y escuchamos esas voces que nos llegan del pasado, seguramente podamos desentrañar la complejidad que representa pensar nuestra propia esencia.

Calificación: **** (Muy buena)

TIERRA DE LOS PADRES (2011-Argentina), Dirección: Nicolás Prividera, Elenco: personalidades varias de la cultura nacional, Fotografía: Ada Frontini, (Duración: 110´-Color) 

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